El otoño es una estación de cambios, por ello, todos los años los expertos advierten sobre cómo durante este periodo[i] nuestro organismo presenta deficiencias a la hora de defenderse de bacterias y otros microorganismos. Según indica la Dra. Ascensión Marcos, Directora del Grupo de Inmunonutrición del Instituto de Ciencia y Tecnología de Alimentos y Nutrición (ICTAN) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), “el sistema inmunológico y la necesidad imperativa de cuidarlo debe ser una prioridad para la sociedad y los sistemas de salud del mundo entero. La capacidad de nuestro organismo para defenderse de agentes externos ha puesto a prueba gran parte de la evolución médico - científica de la historia de la humanidad, enfocada a frenar el avance de cualquier agente patógeno.”
Tener a punto nuestro sistema inmunitario es una tarea relevante para nuestra salud, ya que se trata de un sistema complejo de células y diversas moléculas que trabajan de forma coordinada para mantener la integridad de nuestro organismo. Mantenerlo en estado óptimo durante el cambio de estaciones nos asegura evitar problemas de salud, de ahí la importancia de mantener un estilo de vida saludable, que incluya una buena alimentación, actividad física y una buena rutina de sueño, así como una buena vigilancia del peso, todos ellos factores que guardan estrecha relación con un sistema inmunológico saludable.[ii]
La importancia de la Inmunonutrición
Según la Dra. Marcos, “cuando hablamos de Inmunonutrición es necesario tener presentes algunos consejos generales que pueden ayudarnos a prevenir un importante grupo de enfermedades. Por ello, es importante mantener una dieta equilibrada, cocinar sano, evitar situaciones de altísimo estrés o, si aparecen, tratar de saber manejarlas lo mejor posible, realizar actividades que transmitan tranquilidad y, por supuesto, realizar actividad física que podamos disfrutar.” La experta puntualiza que “actualmente, la Inmunonutrición se posiciona como una estrategia preventiva para cuidar de nuestra salud a través de una alimentación inteligente que fortalezca nuestro sistema inmunológico”.
A ese respecto, se ha demostrado[iii] que unos patrones de alimentación basados en la Dieta Mediterránea están asociados a una menor fragilidad y a una mejora de nuestras capacidades cognitivas. Aunque el organismo de cada individuo es único, está demostrado que una adherencia al consumo de alimentos saludables, junto a un estilo de vida activo, puede reportarnos distintos beneficios para nuestras defensas.
En palabras de la doctora Marcos, “para cuidar conscientemente el sistema inmunológico es imprescindible tener en cuenta estas directrices, además de ingerir alimentos con un alto contenido de fibra, minerales, vitaminas y polifenoles como frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos, añadiendo en el cocinado aceite de oliva virgen, así como un consumo moderado de bebidas fermentadas como la cerveza[i], siempre en el caso de adultos sanos.”
La experta en Inmunonutrición recuerda que los potenciales beneficios del consumo moderado de cerveza se dan siempre y cuando se realice de manera responsable y acompañada de alimentos, siguiendo el patrón de estilo de vida mediterráneo y recordando las cantidades máximas de ingesta tanto para mujeres (200-300 ml/día) como para hombres adultos (400-600 ml/día) sanos. Insiste en que es importante alejarnos de actividades que nos provoquen estrés[ii], ya que estas situaciones pueden provocar que nuestro sistema inmune responda de manera menos eficiente. Por último, la Dra. Marcos indica que lo ideal para cuidar nuestra salud y prevenir enfermedades es combinar una dieta saludable, como es la Dieta Mediterránea, con un estilo de vida activo.